Diferencias entre Vía Ferrata y Barranquismo

Tanto la vía ferrata como el barranquismo se caracterizan por ser deportes de aventura, que sin importar su nivel de dificultad o el lugar donde se realicen, permiten disfrutar de momentos llenos de energía y adrenalina, ideales para estar en contacto con la naturaleza.

Consisten, igualmente, en deportes que pese a tener diversos grados de dificultad, suelen poner a prueba a aquellas personas que se animan a practicarlo, ya que además de exigirles superar diversas etapas, también suelen demandar cierta preparación física y una organización especial para poder disfrutar de la experiencia, y que la misma pueda ser segura.

En cualquier caso, el barranquismo y la vía ferrata se presentan como opciones realmente interesantes para quienes desean poder vivir momentos de adrenalina, aventura y diversión.

¿Cuáles son las diferencias entre el barranquismo y las vías ferratas?

Al hablar de estos dos deportes de aventura, es posible señalar que aunque pueden tener ciertos aspectos en común, lo cierto es que son diferentes entre ellos.

En este sentido, la mayor diferencia que se puede apreciar entre vía ferrata y barranquismo, consiste en que al contrario del barranquismo, las vías ferratas se llevan a cabo usando un equipamiento que ya está previamente instalado alrededor de la montaña, marcando claramente tanto el recorrido que se debe seguir como los movimientos que se deben llevar a cabo a fin de lograr avanzar y poder llegar al final del camino de manera segura.

Sin embargo, para poder conocer mejor cuáles son las diferencias entre estos deportes practicados en medio de la naturaleza, también es importante conocer realmente en qué consiste cada uno; por eso lo explicamos a continuación:

Vía ferrata

Las vías ferratas consisten en rutas, las cuales se caracterizan por incluir varios elementos artificiales, los cuales permiten llevarlas a cabo y que sean no solo más seguras, sino también más divertidas.

Así, se trata de recorridos especialmente preparados con el fin de poder desplazarse alrededor de acantilados y paredes rocosas a donde sería imposible acceder a través de otras vías.

 

Así, mediante grapas metálicas encajadas y escalones, al igual que salientes excavados o aprovechados sobre la propia roca, este deporte ofrece la posibilidad de acceder a lugares que poseen una asombrosa belleza. Igualmente, las vías ferratas hacen uso de otros elementos como tirolinas y puentes tibetanos (con 2 cables a los cuales agarrarse), o puentes mono (con 1 cable que debe pisarse y otro que debe agarrarse, junto a una línea de la vida), con el fin de cruzar precipicios y visitar agujas rocosas, o deslizarse a través de cables sobre abismos de gran altura.

En este deporte, la seguridad la ofrecen tanto un cable de vida, el cuál está fabricado en acero y recorre toda la vía, como un arnés provisto con un disipador de energía y también varios mosquetones especiales, a fin de asegurar a las personas en caso de caída.

Líneas de vida

Ahora bien, para hacer vías ferratas se aconseja no sufrir de vértigo y estar en buena forma física, o por lo menos tener la capacidad de subir a través de una escalera vertical. Asimismo, no es una actividad aconsejable para embarazadas, pero existen modalidades que se ajustan a los niños a partir de los 6 años.

Barranquismo

También conocido como descenso de barrancos, el barranquismo consiste en un deporte de aventura que, como indica su nombre, se realiza en barrancos y también en los cañones de ríos; razón por la cual suele ofrecer un recorrido con paisajes muy variados.

Normalmente se lleva a cabo en tramos con poco caudal o totalmente secos, y también en tramos con cascadas y terrenos con vegetación o completamente desérticos.

En cualquier caso, este deporte supone el ir superando todos los cambios del recorrido, ya sea caminando, nadando, y/o haciendo rapel siempre que sea necesario.

Cabe señalar que aunque para comenzar a hacer barranquismo no es esencial tener preparación previa, es recomendable contar con una preparación física mínima para hacer frente a cualquier contratiempo que pueda presentarse.

Asimismo, es esencial no temer a las alturas ni al agua, y aunque hay opciones de terreno seco, suele ser fundamental saber nadar.

Es una actividad que puede ser realizada por niños entre 6-8 años, la cual no es recomendada para embarazadas.

 

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